No soy buddha. ¿Qué hacen?

Todos quieren tocar mi pancita

Tu pancita cada vez es más visible y por lo tanto más hermosa. Querer acariciarla se volverá casi irresistible, pero esto no quiere decir que todo el mundo tiene el permiso para tocarte. Por eso, reunimos la información que necesitas saber antes de decir sí o no a las personas que quieran sentir tu tierna barriguita.

A muchas mamás no les molesta que les toquen su pancita, incluso se sienten mimadas, consentidas y cuidadas por su pareja y familiares, pero ¿qué pasa cuando personas extrañas quieren tocarte? Puede llegar a ser incómodo o molesto, así que es importante saber cómo evadir estos intentos, más si sientes que invaden tu espacio personal. A continuación, te compartimos 5 formas de hacerlo:

1. ¡No me toques por favor! Es la más directa, pero la más efectiva. Aunque a muchas mujeres les cuesta decirlo de esta manera, debido a que pueden sentir que están siendo groseras; si tú eres una de ellas, no tengas pena de ser enfática, se trata de tu cuerpo.
2. ¿Y si alguien te lo hiciera a ti? Lo único que debes hacer es imitar rápidamente su mismo gesto, justo en el momento en que sientas las manos de alguien en tu barriga. Es una excelente manera para que se den cuenta de lo que se siente cuando alguien te toca sin permiso.
3. Si no está a la vista, no la pueden tocar. Ésta consiste en recurrir a una especie de barrera protectora para tu pancita con algún objeto que tengas a la mano. Pueden ser tus propios brazos, un bolso, un libro. El punto es colocarlo frente a tu barriga cuando alguien se acerque a ti.
4. Tu ropa lo dirá todo. También puedes usar blusas o playeras que tengan el mensaje directo de “no tocar”. En el mercado encontrarás muchas con frases como “No tocar, bebé a bordo”, igualmente puedes mandarlas a hacer con tus textos personalizados. Así, las personas sabrán que no deben de tocarte, de una forma divertida.
5. Una mentira blanca no le hace daño a nadie. Cuando veas que las personas tengan intenciones de sobar tu pancita, diles que estás muy sensible y que si te tocan puede hacer que te duela o que te den muchas cosquillas. Es una mentira simple con muy buenos resultados.

Tú eliges quién tiene permiso de tocarte, no tengas reservas al decir que no. No eres Buddha.

No existe una regla sobre este punto, tiene que ver con tu forma de interactuar con los demás y qué tanta confianza tengas con las personas. Tampoco ser tu familiar o amiga, les da el derecho a tocarte, no olvides que tú decides, es tu cuerpo. Sólo tú puedes acariciar tu pancita las veces que quieras, lo más importante es tu comodidad.