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Más Abrazos // Miércoles 20 Mayo, 2020 // #salud, #cuidados, #maternidad
La anemia durante el embarazo es una condición común, pero a menudo pasa desapercibida debido a que sus síntomas pueden confundirse con los efectos normales del embarazo, como la fatiga y la debilidad.
Es importante que las mujeres embarazadas comprendan las consecuencias de la anemia, ya que puede aumentar el riesgo de complicaciones como el parto prematuro o el bajo peso al nacer.
Aquí conocerás las principales causas, consecuencias y opciones de tratamiento para la anemia en el embarazo; además de brindar algunos consejos para prevenirla y mantener una buena salud durante esta etapa crucial.
La anemia en el embarazo es un trastorno de la sangre en el que hay una disminución de glóbulos rojos o hemoglobina, componentes esenciales para transportar oxígeno a los órganos y tejidos.
En esta etapa, la demanda de oxígeno y nutrientes aumenta, por lo que la deficiencia de estos puede tener repercusiones graves. Es importante señalar que, si bien es normal experimentar cierto grado de cansancio, la anemia durante el embarazo requiere atención para evitar complicaciones más serias.
Generalmente, se realiza a través de un análisis de sangre, en el cual se miden varios indicadores importantes, como el nivel de hemoglobina y el recuento de glóbulos rojos.
Estos parámetros son fundamentales para determinar si la mujer embarazada tiene una cantidad suficiente de glóbulos rojos y hemoglobina, necesarios para transportar oxígeno a los tejidos del cuerpo.
Además, el examen rutinario permite detectar de manera temprana cualquier signo de anemia durante el embarazo. Si se detecta anemia en la gestante, el tratamiento adecuado puede iniciarse rápidamente para prevenir complicaciones graves tanto para la madre como para el bebé.
La anemia en el embarazo puede ser causada por diversos factores, pero los más comunes se relacionan con deficiencias nutricionales y cambios fisiológicos del cuerpo durante este período.
A continuación, te explicamos con más detalle las causas principales.
El hierro es un mineral esencial para la producción de hemoglobina, la proteína responsable del transporte de oxígeno en la sangre. Durante el embarazo, el cuerpo de la mujer aumenta la producción de sangre para satisfacer las necesidades del bebé en desarrollo.
Por tanto, se necesita una mayor cantidad de hierro para embarazadas. Si la ingesta dietética o la absorción de hierro no son suficientes, la gestante puede desarrollar anemia.
La deficiencia de ácido fólico es una causa frecuente de anemia en el embarazo, ya que este nutriente ayuda a prevenir defectos del tubo neural en el bebé y asegura una correcta producción de células sanguíneas.
La falta de ácido fólico puede resultar en una forma de anemia conocida como anemia megaloblástica, donde los glóbulos rojos son anormalmente grandes y no funcionan correctamente. La deficiencia de vitamina B12 también puede afectar la producción de glóbulos rojos, contribuyendo a la anemia.
En algunos casos, la pérdida de sangre durante el embarazo puede contribuir al desarrollo de anemia en el embarazo. Esto es particularmente relevante durante el segundo y tercer trimestre, cuando los cambios hormonales y físicos pueden provocar hemorragias leves o moderadas. También pueden ocurrir situaciones más graves, como sangrados en el embarazo tardío debido a complicaciones como placenta previa o desprendimiento prematuro de placenta, lo que puede causar una pérdida significativa de sangre.
Seguir un tratamiento para la anemia es fundamental para prevenir las consecuencias en el embarazo, que pueden ser graves tanto para la madre como para el bebé. Algunas de las consecuencias:
Los síntomas de anemia pueden variar dependiendo de la gravedad de la condición, pero es importante estar atenta a las señales más comunes que indican que la futura mamá podría estar sufriendo de anemia.
Los siguientes síntomas son los más frecuentes y deben ser vigilados de cerca:
Esto ocurre porque, al haber menos glóbulos rojos sanos para transportar oxígeno a los tejidos, el cuerpo no recibe suficiente energía. Las mujeres embarazadas pueden sentir que no tienen la misma vitalidad para realizar tareas cotidianas, como antes de estar embarazadas.
Sucede porque el flujo de oxígeno al cerebro se ve reducido debido a la disminución de hemoglobina en la sangre. Los mareos pueden empeorar cuando la mujer se levanta rápidamente o se encuentra en ambientes calurosos, lo que agrava la sensación de debilidad.
Es otro signo clásico de anemia en el embarazo, ya que al no contar con suficientes glóbulos rojos, no puede mantener una circulación sanguínea adecuada que le dé a la piel el color saludable típico. En casos graves, la palidez puede volverse notable en áreas como las encías o el interior de los párpados.
La falta de glóbulos rojos y hemoglobina en la sangre reduce la capacidad de transportar oxígeno, lo que provoca que el cuerpo no reciba suficiente oxígeno, llevando a la sensación de falta de aire.
El dolor de cabeza frecuente es otro síntoma común en las mujeres con anemia durante el embarazo. La disminución de oxígeno en el cerebro debido a la falta de hemoglobina puede causar dolores de cabeza persistentes. A veces, estos dolores pueden ser más intensos en la parte posterior de la cabeza.
El tratamiento para la anemia embarazo depende de la causa subyacente. En la mayoría de los casos, el tratamiento incluye:
Durante el embarazo, las necesidades de hierro aumentan significativamente para apoyar tanto el volumen sanguíneo de la madre como el desarrollo del bebé. Si los niveles de hierro son bajos, los suplementos ayudan a aumentar los niveles de hemoglobina.
Incorporar alimentos ricos en hierro en la dieta es crucial no solo para tratar la anemia embarazo, sino también para prevenirla. Las fuentes más comunes de hierro incluyen:
Es fundamental mantener un seguimiento continuo de tu médico. El tratamiento adecuado debe ser ajustado según las necesidades de cada embarazada, con el objetivo de asegurar que tanto la madre como el bebé reciban el oxígeno y los nutrientes necesarios para un desarrollo saludable.
Aunque los síntomas de la anemia en el embarazo se suelen confundir con molestias de la gestante, es fundamental estar atenta a estos signos y realizarse los análisis de sangre correspondientes durante los controles prenatales.
Es crucial seguir las recomendaciones médicas, llevar una dieta balanceada y mantener un seguimiento constante con el ginecólogo para llevar un embarazo saludable. La detección temprana y el tratamiento oportuno de la anemia en gestantes pueden marcar la diferencia en la evolución durante el embarazo.
Prevenir la anemia en el embarazo es posible manteniendo una dieta balanceada que incluya alimentos ricos en hierro, ácido fólico y vitaminas. También se recomienda tomar suplementos según las indicaciones médicas y asistir a todas las consultas prenatales.
La anemia en el embarazo puede tener consecuencias graves para el bebé, como un mayor riesgo de parto prematuro o bajo peso al nacer. La falta de oxígeno en el cuerpo de la madre puede reducir el oxígeno disponible para el bebé.
Dependerá de la gravedad y de cómo responde el cuerpo al tratamiento. En general, los suplementos de hierro y una dieta adecuada pueden empezar a mejorar los niveles de hemoglobina en un par de semanas, pero puede llevar más tiempo estabilizarse completamente.
El Dr Eddie Pabón, Hematooncologo pediátra pediatra del Instituto Nacional de Cancerología. Pueden encontrarlo en sus redes Sociales o correo electronico
IM: eddieemir IN: eddie-emir Email: [email protected]
El presente artículo fue elaborado en colaboración para Más Abrazos. Este contenido no reemplaza la consulta médica, ante cualquier duda o situación, consulta con tu médico o pediatra de confianza.
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