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Más Abrazos // Miércoles 20 Mayo, 2020 // #embarazo, #cuidados, #salud
Durante el embarazo, el cuerpo de una mujer experimenta una serie de cambios significativos que pueden aumentar la susceptibilidad a infecciones tanto en el tracto urinario como en el vaginal. En este artículo, abordaremos las causas de estas infecciones, sus síntomas, tratamientos y cómo prevenirlas para garantizar un embarazo saludable.
La infección urinaria es una afección común durante la gestación. Esto se debe en gran parte a los cambios hormonales que se producen en el cuerpo de la mujer embarazada. Estos cambios pueden dar lugar a una serie de factores que favorecen el desarrollo de infecciones urinarias. Algunas de las causas incluyen:
Los síntomas de una infección urinaria en el embarazo pueden variar desde la bacteriuria asintomática, que no presenta síntomas, hasta la pielonefritis, que puede causar fiebre, malestar generalizado y escalofríos. La detección se realiza mediante exámenes de orina y, en casos graves, también en sangre.
Durante el embarazo, el pH de la zona vaginal de la mujer tiende a cambiar debido a las fluctuaciones hormonales. Normalmente, el pH vaginal es ácido para prevenir el crecimiento de bacterias. Sin embargo, durante el embarazo, el aumento de las hormonas femeninas puede alterar este equilibrio y aumentar el pH vaginal, lo que puede derivar en infecciones.
En base a ello, algunas de las causas de la infección vaginal durante el embarazo incluyen:
En el complejo panorama de las infecciones en el embarazo, una preocupación adicional es la candidiasis vaginal. La candidiasis es una infección por hongos que puede afectar a las mujeres embarazadas, y sus síntomas incluyen picazón, ardor y un flujo vaginal espeso y blanco. Aunque no suele ser peligrosa para el bebé en desarrollo, puede ser bastante incómoda para la madre.
Las infecciones por candidiasis en el embarazo son más comunes debido a los cambios hormonales y al aumento de los niveles de glucosa en la vagina, que proporcionan un ambiente propicio para el crecimiento de hongos. Es importante abordar esta afección de manera adecuada, ya que si no se trata, podría persistir durante todo el embarazo.
Debes saber que, en los peores casos, la candidiasis podría llegar a contagiar al bebé en el momento del parto, motivo por el cuál es importante tratarlo durante el embarazo de la manera correcta.
El tratamiento de la candidiasis vaginal durante el embarazo generalmente involucra el uso de cremas antimicóticas o supositorios recetados por un profesional de la salud. Recuerda consultar a un especialista para confirmar el diagnóstico y recibir orientación sobre el tratamiento adecuado.
Otra preocupación relevante es la vulvovaginitis, una inflamación de la vulva y la vagina que puede ser causada por diversos factores, incluyendo infecciones. Esta afección puede presentar síntomas como picazón, ardor, enrojecimiento y secreción vaginal anormal, lo que puede aumentar la incomodidad de las mujeres embarazadas.
La vulvovaginitis en el embarazo puede ser desencadenada por infecciones bacterianas, fúngicas o virales. Es importante abordar cualquier síntoma inusual de esta afección durante la gestación, ya que la inflamación no tratada puede llevar a complicaciones potenciales.
El tratamiento de la vulvovaginitis en el embarazo depende de su causa. Para las infecciones, como la vaginosis bacteriana o la candidiasis, se pueden recetar antibióticos o antifúngicos seguros para la gestación. Al igual que con otras infecciones en el embarazo, no se debe automedicar, y es fundamental buscar atención médica para un diagnóstico preciso y un tratamiento adecuado.
Los síntomas de ambas infecciones pueden variar y pueden confundirse con los síntomas propios del embarazo. Para las infecciones urinarias, es importante buscar atención médica. El tratamiento generalmente implica el uso de antibióticos, aunque es esencial que estos sean recetados por un profesional de la salud debido a las limitaciones en la elección de medicamentos seguros durante el embarazo.
Las complicaciones pueden ser graves, como la sepsis, amenaza de parto pretérmino, alteraciones renales, entre otras. La pielonefritis, una forma grave de infección urinaria, tiene un riesgo del 25% de recurrencia después del tratamiento.
Para prevenir infecciones urinarias graves, se realizan exámenes de orina durante el embarazo para detectar infecciones asintomáticas y tratarlas antes de que se conviertan en un problema grave. Además, llevar una dieta equilibrada, evitar el estreñimiento y mantener una hidratación adecuada son medidas preventivas útiles.
Para prevenir las infecciones vaginales durante el embarazo, es importante que las futuras mamás sigan algunas pautas de higiene:
En resumen, durante el embarazo, tanto las infecciones urinarias como las vaginales pueden presentarse debido a cambios hormonales y fisiológicos. Es crucial buscar atención médica y seguir las recomendaciones de higiene y prevención para garantizar un embarazo saludable y evitar complicaciones. Siempre es importante consultar a un profesional de la salud para obtener orientación y tratamiento adecuados.
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