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Más Abrazos // Miércoles 20 Mayo, 2020 // #salud, #embarazo, #cuidados
El dolor de espalda en el embarazo es algo bastante frecuente, especialmente a partir del tercer trimestre. Este malestar es provocado por un conjunto de factores debido a los cambios en las hormonas que se sufren durante el embarazo.
Esta alteración hormonal genera que los ligamentos y articulaciones se vuelvan más flojos y, por lo tanto, más móviles. Esto tiene como beneficio preparar a tu cuerpo para el momento del parto, pero, por otro lado, tu espalda necesita realizar un mayor esfuerzo.
Además de esto, el dolor de espalda también se produce por el aumento progresivo de peso que tiene que soportar tu columna, el que se distribuye principalmente alrededor de tu cintura.
Como ya lo mencionamos anteriormente, los principales factores por los que puedes experimentar dolor de la espalda y cintura durante el embarazo son los cambios hormonales que afectan tus ligamentos y el aumento progresivo del peso, ambos cambios se dan poco a poco en el embarazo.
Motivo por el cual, es muy poco probable que sientas dolor en la espalda baja durante las primeras semanas a causa del embarazo, por lo que, recomendamos que consultes a tu doctor para descartar cualquier lesión física.
Por ejemplo, muchas mujeres tienen hernias discales con anterioridad al embarazo y estas pueden empeorar en el transcurso de la gestación, generando mucho dolor para la mamá, motivo por el cual te recomendamos visitar a tu médico si has experimentado dolor en la espalda baja durante las primeras semanas de embarazo.
Además de los cambios hormonales, el aumento de peso es el principal factor por el cual se puede generar panza dura y dolor de espalda en el embarazo. Debes saber que, el crecimiento de tu hermosa pancita, vendrá acompañado de un dolor de espalda, exactamente en la parte inferior de tu columna.
Debes saber que, aunque tu cuerpo se irá adaptando, la lordosis lumbar, que es como se llama científicamente, puede afectar tu bienestar durante esta etapa, por eso es importante que conozcas sus causas, características y cómo aliviar esta molestia.
La mayor parte del peso que ganarás en estos meses se concentrará en la parte inferior de la pelvis junto con el aumento del volumen abdominal. Por esto, se producirá una tendencia a que inclines tu cuerpo hacia adelante para compensar inconscientemente tu centro de gravedad, generando una curvatura lumbar. De esta manera es como surge este dolor.
Por eso, es probable que sientas dolor de cintura en el embarazo y no únicamente en la zona lumbar, ya que el centro de gravedad de tu cuerpo ha cambiado y te estás adaptando a ello.
A pesar de que este dolor no suele ser muy fuerte, si lo sientes con mucha intensidad deberías consultarlo con tu médico.
Por ejemplo, si tu dolor se concentra más en la parte media de tu espalda, podría deberse a alguna complicación de los riñones o los pulmones, por lo que, es bueno que tengas cuidado con ello y lo consultes para sacarte todas las dudas y estar segura de que todo está bien.
También si el dolor de tu espalda se extiende a tus glúteos. En algunos casos esto te puede pasar por algún problema en la columna que ya tenías previamente a tu embarazo, como las hernias de disco.
Ahora que ya sabes los motivos por los que puedes sentir este dolor y en que situaciones acudir al médico especialista, te brindaremos consejos prácticos y sencillos para aliviar el dolor de la espalda durante el embarazo.
Un buen consejo para evitar que tu espalda te moleste es no usar zapatos apretados ni tacones, ya que estos últimos fuerzan la posición de la pelvis, haciendo que tu espalda sienta más tensión y el dolor pueda incrementar.
Sin embargo, si por alguna razón en particular, necesitas utilizar tacones asegúrate que sean de tacón ancho y de unos 3 o 4 cm de altura para que te sean más cómodos y no generen cambio en la posición de tu pelvis. Por lo que, te recomendamos renovar un poco tu calzado con opciones más cómodas y llevaderas mientras estás a la espera de tu bebé.
Es verdad que durante el embarazo puedes requerir aumentar de peso o consumir más determinado tipo de comida por tu bebé, sin embargo, esto no significa un peso dañino. Puedes consultar con tu médico y nutricionista para qué te guie en cuál es el peso ideal que debes mantener durante el embarazo, qué alimentos puedes consumir en mayor o menor cantidad y qué tipos de ejercicios puedes realizar para tener un peso saludable para ti y para tu bebé.
Los cinturones pélvicos, o de maternidad, son bandas elásticas que se ajusta en la zona de las caderas, se pueden usar tanto en el embarazo como en el posparto, si sientes dolor en las articulaciones de la pelvis.
Si bien, no hay estudios concluyentes sobre que estos cinturones ayudan a reducir el dolor o mejorar la elasticidad, varias experiencias de mamás afirman que puede ser de ayudar para lidiar con el dolor lumbar y de cintura durante el embarazo.
Cuando levantes un objeto pequeño, recuerda agacharte en cuclillas y utilizar la fuerza de tus piernas. Evita flexionar la cintura o cargar peso con la espalda. Además, es esencial conocer tus propios límites y no dudes en solicitar ayuda cuando sea necesario.
Puedes aplicar una almohada térmica o compresas de hielo si es que sientes que tu espalda está sintiendo mucha tensión, otra alternativa es tomar una ducha de agua tibia, la cual puede relajar tus músculos y aliviar la tensión en general.
Previamente, consulta con tu médico cuál es el mejor ejercicio para ti, realizar cualquier tipo de actividad física ayudará a mantenerte activa, con un peso sano y mantendrá tus músculos o espalda fuerte para soportar los cambios de tu cuerpo.
La postura y los movimientos que hagas pueden generar o reducir el dolor de tu espalda y, contrario a lo que se cree, esto no aplica únicamente al momento en el que estás sentada o acostada.
Por ello, hemos indicado las diferentes posturas y movimientos que puedes hacer en momentos específicos del día para ayudarte a cuidar tu espalda.
La espalda debe estar recta y apoyada completamente en el respaldo, puedes ayudarte con un cojín que proteja la zona lumbar. No debes cruzar las piernas porque se dificulta la circulación sanguínea, dando lugar a posibles problemas como las várices.
Lo mejor es hacerlo poco a poco, primero siéntate en el borde de la cama o del sofá, después balancea lentamente las piernas para ponerlas sobre la cama. Baja con cuidado apoyándote en los codos para no forzar las abdominales, ni los riñones. Y ayúdate con las manos hasta quedar completamente acostada.
Duerme de lado, apoyada sobre el lado izquierdo, ya que de esta manera no oprimes a tu hígado, y con un cojín o almohada entre las piernas flexionales hacia delante para estar más cómoda.
Primero, ponte de lado, de modo que puedas apoyar el codo para soportar con el brazo el peso de la parte superior del cuerpo. Empújate con las manos para sentarte y finalmente, con la espalda recta, levántate lentamente.
Mantén los hombros relajados, con la espalda erguida, la cabeza en alto y las rodillas semiflexionadas.
Evita hacerlo en medida de lo posible, pero si necesitas agacharte, hazlo lentamente hasta quedar en cuclillas, con la espalda recta y apoyando una mano en un lugar fijo para prevenir la pérdida de equilibrio. Nunca te agaches doblando la cintura y presionando la barriga.
Si después de haber probado todos los consejos ya mencionados, el dolor persiste, puedes probar alguna terapia alternativa como la acupuntura, la quiropráctica o la fisioterapia, pero recuerda siempre consultar con tu médico si es recomendable y seguro seguir alguna de estas prácticas.
El dolor de espalda en el embarazo es una dolencia habitual y puede deberse tanto a los cambios hormonales como al aumento de peso, consulta siempre con tu médico habitual y toma algunas de las recomendaciones ya mencionadas para sentirte mejor y que esta molestia no permanezca durante uno de los momentos más felices de tu vida.
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