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Más Abrazos // Miércoles 20 Mayo, 2020 // #embarazo, #maternidad, #salud, #cuidados
¿Cómo son los pezones o senos de embarazada? ¿Qué cambios debería reconocer como normales y por cuáles debo preocuparme?
El embarazo es una etapa de muchos cambios. Tu cuerpo se transforma y se prepara para albergar a tu bebé por nueve meses para luego recibirlo con todo el amor del mundo. Y precisamente en esta transición, algo que cambia desde las primeras semanas son tus senos y pezones. Esto como preámbulo de la segunda función que adquirirá al nacer tu bebé: la lactancia.
Por eso que, hoy te contamos cuáles serán esos cambios y te brindaremos algunos consejos para lidiar con algunas molestias vinculadas al cambio de los senos en el embarazo.
A lo largo de los nueve meses, tus senos de embarazada se diferenciarán, a grandes rasgos, por su crecimiento y mayor sensibilidad. Sin embargo, semana a semana, verás cómo algunos síntomas se hacen más notorios que otros.
A continuación, te contamos un poco más de este proceso:
Lo primero que vas a notar en tus pezones, antes y después del embarazo, es el incremento de la sensibilidad de tus pechos. De hecho, es uno de los síntomas que pueden indicar que estás embarazada. Entonces, el frío, el sostén, o el roce con la ropa, suelen ser cosas que empezarán a hacerte sentir incómoda.
Es importante destacar que, esto sucede porque durante el embarazo tenemos mayor concentración de estrógenos en sangre. Pero, tranquila, debes saber que esta sensibilidad suele disminuir o desaparecer en el segundo trimestre de embarazo.
Adicionalmente, el aumento en el tamaño de la glándula mamaria es el segundo cambio más notorio, el cual se produce por el crecimiento de las células productoras de leche y por el aumento del tejido adiposo. También se presenta un aumento en el flujo sanguíneo hacia el pecho, lo que ocasiona que se puedan observar las venas un poco pronunciadas y de color verde azulado.
De acuerdo a algunos estudios, los senos incrementan su tamaño de forma más acelerada durante las primeras semanas de embarazo y crecen en promedio hasta un 20% a 50% más al finalizar los nueve meses. En ese sentido, durante el segundo trimestre verás cómo tus senos continúan incrementando su tamaño. Y, un detalle importante: la aréola de tus senos cambiará de color.
El pezón y la areola son zonas que se tornan más oscuras. Este cambio tiene un propósito hermoso: servir de señal para que nuestro bebé recién nacido pueda identificar dónde se encuentra su alimento. Resulta que los recién nacidos tienen una visión limitada (ven borroso y en blanco y negro), entonces la zona oscura es más fácil de identificar para ellos. Esta coloración irá desapareciendo en la medida en la que avanza la lactancia hasta regresar a su color original.
Algo que también podrías llegar a notar, son unos granitos en la aréola, los cuales se harán presente desde el segundo trimestre. Estos se llaman corpúsculos de Montgomery y siempre están allí, solo que en el embarazo se hacen mucho más visibles. Estos corpúsculos tienen la función de segregar aceites naturales para mantener hidratada esa zona del pecho. Por eso, cuando te bañes, es mejor no aplicar jabón allí.
Algo particular a los senos de embarazada es que a medida que crecen tus pezones, la piel se estira y empiezan a aparecer unas líneas rojizas, marrones o moradas. Estas son señales de la aparición de estrías y son completamente normales. Aunque no se eliminan al 100% al dar a luz, si es posible mejorar su aspecto hidratando la piel y aplicando cremas tópicas para evitar su expansión.
Asimismo, algo que notarás en el tercer trimestre en relación a tus senos es que puedes notar un poco de flujo. Esto se llama calostro, es normal y es una señal de que tu cuerpo se prepara para producir leche. Solo debes preocuparte si es que en lugar de ser un líquido lechoso de color amarillento o verdoso, es de color rojizo.
Para cuidar de tus pechos y evitar dolor de senos en el embarazo, puedes hacer lo siguiente:
Recuerda, todos los cambios que estás viviendo en tu cuerpo se sienten muy bruscos en este momento, pero la gran mayoría son normales durante el embarazo.
Ten paciencia y si sientes muchas molestias, consulta con tu doctor de cabecera por algún consejo para lidiar con las incomodidades de los senos de embarazada.
Pero… ¿cuándo llegará el momento de cambiar tu sujetador? Si comienzas a notar que al momento de quitarte el sostén quedan marcas pronunciadas sobre tu piel, es un buen indicio de que ha comenzado a apretarte lo suficiente, lo que significa que deberás cambiarlo. Otro tip, para saber cuándo cambiarlo es si tus senos se desbordan o están aplastados, puede que estos cambios los comiences a notar después del primer trimestre.
Otra opción es que compres un sostén de maternidad, o sostén para embarazadas, en el mercado ya existen múltiples opciones; este tipo de brasier está especialmente diseñado para los cambios en el tamaño de los senos, sus tirantes son más anchos, no suelen tener copas con aros (para no lastimarte) y normalmente están fabricados en algodón para favorecer la transpiración.
Por el tema de la sensualidad no te preocupes, la sensualidad viene desde tu actitud, si te sientes segura y cómoda no necesitarás algún brasier que te haga sentir sexy, pero si lo prefieres puedes optar por bras de algodón que tengan algún detalle de encaje o transparencia.
Una de las cosas que nos preocupan a todas las mujeres que hemos estado embarazadas es el aspecto de nuestros senos después del embarazo. Los cambios por los que han pasado y si después de la lactancia se requieren ciertos cuidados para evitar problemas.
Debes saber que, no es poco por lo que han pasado los senos y es posible que no vuelvan a estar como antes, pero sí pueden estar bonitos y bien cuidados. Por eso, te decimos cómo protegerlos de la mejor manera.
Para evitar su aparición, puedes preparar adecuadamente tu piel para esta distensión natural, aportándole mayor elasticidad y más resistencia con una correcta hidratación. Si ya han aparecido, después del parto sigue hidratando esta zona; hacerlo reducirá las estrías, aunque no desaparezcan completamente.
Durante la lactancia, los senos pueden aumentar de peso y cuanto más grandes sean, más probabilidades tienen de “caerse”. Sin embargo, tenemos varios consejos para contrarrestar este problema.
También tienes la opción de realizarte una operación correctiva para levantar tus senos después de la lactancia. Aunque nuestra recomendación siempre es elegir las alternativas naturales, sabemos que muchas mujeres deciden operarse, depende de lo que pienses respecto a este tipo de cirugías.
Debes saber que, debes dejar pasar un tiempo para poder entrar de nuevo al quirófano para que tu cuerpo se recupere de todo el proceso del embarazo. También considera que hasta después de la lactancia es cuando podrás saber exactamente cómo es que quedarán tus senos. Así que ten paciencia, esta decisión debes tomarla con tiempo, considerando todas las recomendaciones naturales que mencionamos antes.
Cada mujer es diferente, por lo que no te recomendamos compararte con otras mujeres embarazadas. Y antes de tomar una u otra opción para cuidar tus senos consultes con tu médico y te mantengas en constante comunicación con él.
El cambio en el color de los pezones durante el embarazo puede comenzar a notarse desde las primeras semanas, y es más notable en mujeres con tez más clara. Sin embargo, cada mujer y cada embarazo son diferentes, por lo que la fecha exacta en la que se produce el cambio de color en los pezones puede variar. Si tienes alguna preocupación específica sobre los cambios en tus pezones durante el embarazo, puedes consultar a tu médico o profesional de la salud para obtener una evaluación personalizada.
Una areola normal puede variar en apariencia y tamaño según la persona. Sin embargo, en general, algunas características comunes de una areola normal es que son más grandes que los pezones, tienen una tonalidad un poco más oscura que la piel, poseen una textura más rugosa y poseen pequeñas protuberancias de color blanquecino en los alrededores. En los senos de embarazada, las areolas son las que más tienden a cambiar en tamaño y color.
Durante el embarazo, es común que muchas mujeres experimenten dolor en la areola y el pezón, en tanto que se produce una picazón, sensibilidad al tacto y dolor punzante o agudo ocasional. También, algunas mujeres llegan a sentir dolor en la parte inferior de los senos o en la parte superior, en la zona cercana a la axila.
Como has podido leer, tus senos serán uno de los principales involucrados en tu embarazo. Por tanto, lo que más te recomendamos es que si sientes demasiadas molestias relacionadas a la sensibilidad o una intensidad y/o dolor agudo en ellos, consultes con tu ginecólogo o profesional de la salud para que te brinde una opinión profesional.
Si te fue útil esta información suministrada por Más Abrazos, te invitamos a compartirla con otras mamás que estén en la dulce espera. ¡Hasta la próxima!
La Dra Lina Acosta, Médica pediátra es una consultora internacional en lactancia materna y especialista en crianza, con formación en parentalidad, apego y salud mental infantil. Pueden encontrarla en su plataforma WEB: redmamas.org
El presente artículo fue elaborado en colaboración para Más Abrazos. Este contenido no reemplaza la consulta médica, ante cualquier duda o situación, consulta con tu médico o pediatra de confianza.
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