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Más Abrazos // Miércoles 20 Mayo, 2020 // #salud, #cuidados, #consejos
Si prestas atención a la respiración del recién nacido, podrás descubrir qué le pasa en ese momento y qué espera que hagas. En caso de que su ritmo sea irregular o más acelerado de lo habitual, puede haber una razón detrás, aunque muchas veces no es motivo de preocupación.
Es normal que los bebés tengan variaciones en su respiración, ya que su sistema respiratorio aún está en desarrollo. Sin embargo, aprender a identificar qué es una respiración normal en un recién nacido y cuándo podría ser una señal de alerta es importante para cuidar su bienestar. A continuación, te explicamos qué debes observar y cómo actuar en cada caso.
La respiración normal de un recién nacido puede variar según su estado emocional y físico. Un bebé sano suele respirar entre 30 y 60 veces por minuto, con pausas cortas que pueden parecer irregulares. Sin embargo, es común notarlas con ligeras variaciones, especialmente mientras duerme.
Si notas una espiración rápida en bebés, no siempre es un signo de alarma. Los recién nacidos pueden respirar más rápido después de llorar, comer o si están agitados. Es importante aprender a diferenciar entre una respiración normal del bebé y una alteración que requiera atención médica.
La respiración rápida en bebés puede deberse a múltiples factores. En ocasiones, puede estar relacionada con el llanto o el esfuerzo por adaptarse a la vida fuera del útero. Algunos bebés pueden presentar respiración agitada después de la alimentación o cuando están muy activos.
Si te preguntas por qué un bebé respira muy rápido, es recomendable observar si su ritmo vuelve a la normalidad tras unos minutos. En la mayoría de los casos, la respiración del recién nacido se estabiliza de manera natural.
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Para que tu bebé pueda respirar mejor es recomendable que te apartes a un lugar tranquilo con él en brazos y, una vez que nada te distraiga, comiences a sincronizar tu respiración con la de tu pequeño.
Además, puedes hacer es abrazarlo y unir tu pecho con el de él. Prestar atención a la respiración del recién nacido y entrar en su ritmo, siempre en silencio sin copiar ni los gritos ni el llanto. Muy de a poco y sin pretender forzar, empezarás a respirar un poco más lento y continuarás así hasta que notes que el bebé ha comprendido la consigna y te sigue. Lo mejor es mantenerse así hasta que escuches y sientas ese suspiro que te anuncia que la calma ha llegado.
Un remedio alternativo cuando todo esto no da resultado: salir de casa y darle un paseo. Aún no se ha encontrado explicación al hecho de que el vaivén del auto o el cochecito y el cambio de ambiente resulte mágico. Si notas que tu pequeño sigue con respiración agitada o presenta respiración rápida en bebés, esta técnica puede ser efectiva para ayudarlo a relajarse.
Una estupenda manera de calmarlo, cualquiera sea la causa, es ayudarlo a recuperar la respiración normal del recién nacido. Para esto, es recomendable que te apartes a un lugar tranquilo con tu bebé en brazos y, una vez que nada te distraiga, comiences a sincronizar tu respiración con la de él.
Lo primero que puedes hacer es abrazarlo y unir tu pecho con el suyo. Prestar atención a la respiración normal de un bebé y entrar en su ritmo, siempre en silencio sin copiar ni los gritos ni el llanto. Muy de a poco y sin forzar, empezarás a respirar más lento hasta que notes que el bebé ha comprendido la consigna y te sigue. Lo mejor es mantenerte así hasta que escuches y sientas ese suspiro que te anuncia que la calma ha llegado.
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Si alguna vez te has preguntado "por qué mi bebé suspira mucho" o "por qué mi bebé respira rápido", debes saber que estas son reacciones naturales de su sistema respiratorio en desarrollo. Algunos bebés suspiran para expandir sus pulmones y mejorar la oxigenación, mientras que otros pueden respirar más rápido si están emocionados o incómodos.
Un remedio alternativo cuando todo esto no da resultado es salir de casa y darle un paseo. Aún no se ha encontrado explicación al hecho de que el vaivén del auto o el cochecito y el cambio de ambiente resulten mágicos para estabilizar la respiración del recién nacido.
La respiración rápida de bebés puede deberse a múltiples factores. En ocasiones, puede estar relacionada con el llanto o el esfuerzo por adaptarse a la vida fuera del útero.
Algunos bebés pueden presentar respiración agitada después de la alimentación o cuando están muy activos. Si te preguntas por qué un bebé respira muy rápido, es recomendable observar si su ritmo vuelve a la normalidad tras unos minutos. En la mayoría de los casos, la respiración del recién nacido se estabiliza de manera natural.
No necesariamente. Puede ser normal tras el llanto o la alimentación. Sin embargo, si persiste, consulta con el pediatra.
Puede ser por actividad física, emociones o adaptación al ambiente. Si se acompaña de otros síntomas, busca atención médica.
Si notas que mi bebé respira rápido de forma persistente o se acompaña de cambios en el color de la piel, dificultad para alimentarse o fatiga, es recomendable acudir al pediatra.
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