Bebé y mascotas en casa

Sabemos que las mascotas ocupan un lugar muy importante en muchas familias. Aparte de sacarnos una sonrisa son una gran compañía y pueden disminuir el estrés y la ansiedad, mejorar la salud mental y del corazón e, incluso, ayudar a los niños con sus habilidades emocionales y sociales.

Pero, ¿qué pasa si tienes un bebé en casa? Aquí te decimos todo lo que debes considerar.

¿Qué hago si ya tengo una mascota y voy a tener un bebé?

• La llegada de un bebé a casa cambia la dinámica familiar y esto podría influir en el comportamiento de tu mascota. Consulta con el veterinario qué puedes hacer en caso de que tu mascota sea muy territorial.
• Lo más importante es que tu mascota tenga todas sus vacunas y esté desparasitada.
• Si tu perro o tu gato solían dormir en tu cama, desacostúmbralos antes de que llegue el bebé.
• El pelo de perros y gatos, así como la saliva y la descamación de su piel, pueden provocar alergias. No se trata de erradicarlos de la casa pero sí de definir espacios, de esta manera el bebé estará expuesto a la menor cantidad posible de alergenos.
• Evita que laman al bebé pues podrían transmitirle gérmenes o bacterias.
• Nunca dejes a tu bebé a solas con tu mascota.

¿Y qué pasa si tengo un hijo pequeño y quiero adoptar una mascota?

• Lo más recomendable es adoptar un cachorro, de esta manera será más fácil que tanto tu hijo como la nueva mascota se adapten el uno al otro.
• Enséñale a tu hijo que la nueva mascota no es juguete y que debe tratarla con cariño y respeto, recuerda que nunca se es demasiado pequeño para aprender a cuidar a los animales.
• Delimita los espacios de tu mascota y enséñale a tu hijo que no debe interrumpir a su mascota cuando está comiendo pues esto podría molestarlo.

Lo más efectivo para que tu hijo y tus mascotas convivan sanamente es asegurarte de mantener una buena higiene y de inculcarle a tu hijo el respeto por los animales. A menos que tu bebé tenga alguna reacción alérgica provocada por la mascota o esta represente un peligro para él, no hay razones por las que no puedas compartir tu hogar con ellas.